Guía para Debatir a Favor de la Seguridad Ciudadana y la Vía Civil
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En México, en los últimos 15 años ha ocurrido un aumento en la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad, que nace de una aceptación tácita de la presencia del Ejército en las calles. Esta medida fue justificada inicialmente como un mal necesario y temporal, pero con el tiempo se ha vuelto permanente, conforme la inseguridad ha crecido y cada gobierno ha aumentado las responsabilidades asignadas a las Fuerzas Armadas. Ello a pesar de que esta medida no ha dado resultados y el país está sufriendo una crisis de violencia sumamente grave, con tasas de homicidio que superan por mucho a las que había antes del despliegue del Ejército bajo el gobierno de Felipe Calderón. El gobierno actual, que llegó al poder prometiendo un cambio de rumbo, no solo mantuvo la misma dependencia del Ejército para tareas de seguridad, sino que también les ha asignado a los militares tareas civiles, como el reparto de libros de texto gratuitos, la construcción de proyectos de infraestructura y la administración de puertos y aduanas, todo bajo el argumento de que es una institución limpia de la corrupción de la administración pública. Lo cierto es que estas medidas no están desconectadas de las expectativas de la población. Los índices de aprobación del Ejército continúan poniéndola como la institución en la que la ciudadanía más confía (con 63.8%), seguido por la Guardia Nacional (con 60.5%), de acuerdo con la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) 2020. Esto tiene que ver con un conjunto de preocupaciones legítimas por los problemas de inseguridad en el país y por una narrativa que asegura que el Ejército es la institución más capacitada para resolverlas. Sin embargo, el uso del Ejército para tareas de seguridad no ha resuelto ni va a resolver los problemas de inseguridad en el país, uso que además está acompañado de riesgos serios. Por ello, es importante considerar tanto las soluciones a estos problemas como desarrollar formas de promover dichas soluciones ante la sociedad.
El propósito de este documento es documentar los problemas que ha presentado la militarización y construir un repositorio de argumentos sobre por qué la vía civil representa una mejor alternativa para resolver las preocupaciones y problemas a partir de los cuales, con frecuencia, se defiende a la vía militar. Por ello, el documento detalla los problemas de la estrategia de militarización que han adoptado los gobiernos en los últimos 15 años, los peligros de continuar dependiendo del Ejército para la seguridad, y la manera en que la vía civil solucionaría mejor los problemas que tanto el gobierno como la población ha buscado erróneamente que los militares atiendan.