Organización armada. La dinámica operativa de los grupos de autodefensa tepalcatepenses


Edgar Guerra es Cátedra del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) adscrito como Profesor-Investigador al Programa de Política de Drogas del CIDE. Es Doctor en Sociología por la Universidad de Bielefeld, Alemania (Suma Cum Laude) y Maestro en Sociología Política por el Instituto Mora (Mención Honorífica). Estudió sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Campus Azcapotzalco (Diploma a la Investigación).

Sus líneas de trabajo se encuentran en el campo de la sociología de los grupos armados, de los movimientos sociales y la política de drogas. Sus temas centrales de investigación son tres: a) grupos armados no estatales y organizaciones crimi- nales; b) protesta, violencia e instituciones estatales, y c) efectos y consecuencias de la política y de la guerra contra las drogas. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Su más reciente publicación es: “Crueldad y brutalidad en las formas de morir de los periodistas en México. Una aproximación desde la microsociología”, en Revista Sociológica, año 34, número 97, mayo-agosto, pp. 39-71.

En el CIDE Región Centro, Edgar Guerra imparte los cursos a) Teoría Política y b) Temas Selectos en Políticas Públicas.


Problemática: La investigación centra su atención en la formación de grupos de autodefensa en Tepalcatepec, Michoacán, como resultado del contexto de violencia que se vivía en la región, y que era producto del orden social de dominación que provenía del orden social de dominación que impuso la organización criminal de Los Caballeros Templarios.

Objetivo de la investigación: Cono- cer cómo se estructuró el proceso de toma de decisiones dentro de este grupo, tomando un caso de estudio.

Hallazgos: Una vez que se formó y levantó en armas el movimiento de la autodefensa, fue evidente que no se trataba de una organización que recurriese únicamente al lenguaje de las armas. No sólo se hacía uso de la comunicación de la violencia, sino que en su estructura interna existía, en potencia, la capacidad de elaborar comunicación jurídica, mediática, médica y política, si bien de forma incipiente. Esta dinámi- ca autoorganizativa que se gatilló con el alzamiento requirió, más temprano que tarde, de estructuras plenamente sedimentadas (institucionalizadas), que dieran certeza y eficacia a la organización, por lo que pronto las actividades propias del grupo armado se transformaron en tareas cotidianas y, finalmente, en rendimientos funcionales suministrados por distintos cargos dentro de la organización. De ahí que, poco a poco, se fuese construyendo una estructura de cargos o posiciones que, al menos en Tepalcatepec, presentaba una forma piramidal.

La estructura jerárquica de la orga- nización armada en Tepalcatepec tuvo cinco niveles: 1) Una base social de apoyo comunitario; 2) Grupos efectivos de autodefensas que protegían la ciudad y liberarían poblaciones circunvecinas; 3) En cada uno de estos grupos había distintos cargos, tales como el de comandante de grupo y otros más especializados como el de encargado de radiocomunicación o de almacén; 4) El siguiente cargo superior era el de comandante de la organización en la localidad, figura de mando que coordinaba a los comandantes de cada grupo y quien contaba con ayudantes y asesores informales. Finalmente, en la cúspide de la pirámide se encontraba el máximo órgano de decisión, el 5) Consejo Ciudadano, cuyos integrantes eran miembros de la comunidad y en cuyo seno se dictaban órdenes para el comandante de las autodefensas, entre otras tantas directrices.

 

Fue la estructuración del Consejo Ciudadano una de las formas operativas más interesantes y funcionales de las autodefensas de Tepalcatepec que, a diferencia de lo que ocurriría en La Ruana, logró estructurar –no siempre y no sin conflictos– un proceso de toma de decisiones consensado, al cual lo cubría cierto manto de legitimidad.

La complejidad del entorno pronto hizo que el proceso decisorio respon- diera a criterios de corte técnico y ético, e incluso moral, que vulneraron la democracia y desencadenaron conflictos internos. De ahí que el mismo pro- grama organizacional fijara criterios de elegibilidad para los miembros del Consejo Ciudadano.

Así, casi desde el nacimiento de la organización, la principal distinción operativa que normaba el proceso de toma de decisiones (riesgo/peligro) se entorpeció con distinciones de tipo político, económico, ético-moral y técnico, las cuales, muy pronto, comenzaron a ejercer presión sobre el objetivo y la función principal de la organización: proveer seguridad. De esta manera, los liderazgos, así como los intereses políticos y económicos, comenzaron a tener cada vez más peso en el rumbo que el alzamiento de las autodefensas iría adquiriendo. Peor aún, con el tiempo, los medios de difusión llegaron en masa a la zona de conflicto para transmitir en vivo, internacionalmente, los pormenores del alzamiento. Su presencia ra- dicalizaría las tensiones ya presentes al interior de. En efecto, la cobertura periodística catapultó la influencia de varios liderazgos, enfatizando el conflicto entre dos posturas contrapues- tas: quienes estaban a favor del plan de pacificación del gobierno federal y quienes buscaban mantener el alzamiento y liberar de la violencia criminal no sólo a Michoacán sino al país ente- ro. Meses más adelante, estas tensiones internas se traducirían en el fin del movimiento.

Originalidad: La investigación hace aportaciones valiosas tanto metodológica como teóricamente. En primer lugar, la metodología utilizada de corte cualitativo, implicó realizar trabajo et- nográfico que llevó a involucrarse con actores relevantes de las comunidades relacionadas con las autodefensas. Este trabajo de campo puede considerase como uno de los pioneros. En segundo lugar, se hace una aportación teórica relevante al abordar el estudio desde un marco teórico sistémico inusual cuando se estudia acción colectiva lo que hace más amplio y profundo el análisis hecho.

Implicaciones de política pública: La investigación provee suficientes ele- mentos estratégicos que podrían ser utilizados en un futuro para la toma de decisiones en materia de mediación y solución de conflictos. Esto dado que se hace un análisis del funcionamiento de organizaciones tales como las autodefensas y ayuda a comprender cómo se puede actuar para que entes gubernamentales puedan tener incidencia en la organización.


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